¿Quién vive en una piña debajo del mar? ¿Quién es
amarillo y su cuerpo absorbe sin más? Yo esto me lo pregunto todos los días, cada mañana y cada noche antes de dormir, porque la esponjita amarilla es uno de los líderes más relevantes en nuestro país. Yo, sin ninguna duda, votaría a nuestro amigo
Bob a las próximas elecciones, a lo mejor daría un poco de color a la política de nuestro país.
Sinceramente, me enganché a
Sponge Bob Squarepants porque quería practicar inglés. Después de un tiempo, seguí viendo la serie como aquellos que seguian en su momento
Lost o cualquier de esas series adictivas. Al final, las aventuras de Fondo de Bikini (Bikini Bottom para los angloparlantes) se convirtieron en parte esencial de mi existencia.
Me ha sorprendido muchísimo que
Cuatro incorporara en su parrilla a la mítica esponja, considerando que recientemente se ha alistado en la gran bolsa de la telerrealidad de Telecinco. Aún así no ha llegado a superar los niveles de audiencia de Clan (
7,3% de share, es decir más de un millón de espectadores), y se ha quedado en un
2,2% de share.
Y... como este blog trata sobre arte, también nuestro amigo
Bob nos ha deleitado recientemente en Barcelona con una
exposición homenaje a algunos pintores excepcionales de la historia: el magnífico Bobiccelli, el inventor y visionario Leonardo
Bob Vinci, Vincent Van
Bob (sin oreja, aunque esto no lo he llegado a entender: las esponjas no tiene oídos) o Salva
bob Dalí. Me parece una apuesta creativa y original que consigue acercar el mundo del arte a los niños (y no tan niños). Esto se puede relacionar con lo que propugnaba
Hannah Arendt, partidaria de un arte popular: “
la victoria no llega sin que el pueblo no tenga ni arte ni parte”.
Hasta otra!!