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sábado, 19 de marzo de 2011

¡Verde que te quiero verde!

Uno de mis movimientos artísticos favoritos es el Renacimiento, donde el hombre se hace el protagonista de la historia y cuando por fin se descubre la perspectiva. Hay muchos pintores que son impresionantes: Masaccio, Uccelo, Ghirlandaio, Bellini, Filippo Lippi, Botticelli, El Perugino, Mantegna etc. Sin embargo, desde mi humilde, inexperta y sincera opinión, yo destacaría a… ¡las tortugas ninja! 

El triunfo de Galatea, 1512, fresco de Rafael Sanzio
Leonardo (da Vinci), Donatello, Raphael (Sanzio) y Michelangelo (el genio Miguel Ángel) han sido parte fundamental de nuestra infancia y de la historia italiana. Las tortugas ninjas son adolescentes, mutantes y ninjas, ¿qué más se le puede pedir a esta vida? La vida sería maravillosa con gente -o tortugas gigantes con cintas de colores a lo Cindy Crawford- como ellos.

Cindy Crawford digievolucionando en tortuga ninja
Vivir en una cloaca no tiene inconvenientes, todo son ventajas: no pagas el alquiler (cosa que viene estupendamente ahora con la recesión), decoras el sitio como quieras (con muebles del Ikea o del Merkamueble), incluso puedes llegar a coger el metro gratis. Es una sencilla opción para aquellos que deseen independizarse de casa. ¿Harto/a de pagar 89766 euros por la residencia o piso enano en el centro? ¡Alójate en una alcantarilla de Getafe!
 
Toma ejemplo de este simpático amigo que ya vive en una cómoda alcantarilla
 El archienemigo de las tortugas ninja era… Shredder o el Destructor. Lo cierto es que Shredder era un villano muy malo como otro villano ampliamente conocido hoy en día: Gadafi.

El Destructor intenta acabar con los rebeldes libios

Foto retocada de Gadafi (por si alguien la confunde con una imagen real)
Parece extraño, pero es una realidad que debemos aceptar: Gadafi se ha convertido en el archienemigo de toda la humanidad, debemos pararle. Por ello aplaudo la decisión tardía pero conveniente, para apoyar a los sublevados libios que luchan por la democracia, por la libertad y por un mundo mejor.

martes, 15 de marzo de 2011

Pon una chincheta en tu vida

No, no hablaré de Dora la Exploradora, aunque parezca extraño no me gusta, me parece una niña un poco siniestra ¿quién va por ahí con un mono buscando cosas? En fin,  este post lo dedicaré a cosas más serias: las chinchetas.

  
Una chincheta corriente: elemento fundamental en nuestra vida diaria

La chincheta, de acuerdo con la RAE es un "clavo pequeño, metálico, de cabeza circular y punta acerada, que sirve para asegurar el papel al tablero en que se dibuja o calca". Ahora mi pregunta es ¿Cuántas veces, amigos, os habéis pinchado con una de ellas? No sé, tacharme de torpe -apréciese que "tachar" tiene la misma raíz que "tachuela" sinónimo de chincheta-, pero yo creo que he podido perforarme los dedos unas cuantas ocasiones, pongámosle la cuantiosa suma de 30 veces en mi corta vida. 

¿Por qué son tan útiles y tan dañinas a la vez?  Yo, desde luego, no podría vivir sin chinchetas ¿cómo colgaría los pósters en una pared o en un corcho? Y… para aquellos que estén pensando en el celo como sustitutivo de las tachuelas, caen en un enorme error porque el celo es bastante frágil, se rompe y los papeles no se sujetan correctamente. 

En realidad, este antagonismo, entre perjuicio y utilidad, pasa con muchas cosas de la vida: las inyecciones, depilarse, trabajar, ir al dentista... y así una larga lista donde podemos incluir la nueva señal de 110 km/h.






Este nuevo descenso de velocidad, molesto para todos, ha surgido para intentar reducir el consumo de petróleo. Además, como todo el mundo sabe, gracias a este cambio, las multas aumentan ligeramente lo que supone un incremento en el ingreso estatal.

Esta señal es bastante… dañina, sin embargo, si miramos más allá del círculo blanco y rojo podemos encontrar algo más profundo. El precio del fuel oil, el cual ha sido la principal excusa para poner este límite de  velocidad (el Gobierno pretende ahorrar entre el 11% y 15% de carburante), ha subido increíblemente estos últimos meses como resultado de… las revueltas en los países árabes. Puede que a nosotros nos suban el precio del carburante pero hay otras personas que se juegan la vida diariamente por su libertad. 


¡Qué grande Quino!

Y para finalizar, aunque las revueltas por la democracia y las chinchetas no tengan nada en común, guardan en cierto sentido una conexión: ¡No sabemos cuál es su futuro!


Interrogaciones hechas con... ¡chinchetas!

Hasta la vista!

viernes, 11 de marzo de 2011

El amarillo sigue triunfando en el mar

¿Quién vive en una piña debajo del mar? ¿Quién es amarillo y su cuerpo absorbe sin más? Yo esto me lo pregunto todos los días, cada mañana y cada noche antes de dormir, porque la esponjita amarilla es uno de los líderes más relevantes en nuestro país. Yo, sin ninguna duda, votaría a nuestro amigo Bob a las próximas elecciones, a lo mejor daría un poco de color a la política de nuestro país.

Sinceramente, me enganché a Sponge Bob Squarepants porque quería practicar inglés. Después de un tiempo, seguí viendo la serie como aquellos que seguian en su momento Lost o cualquier de esas series adictivas. Al final, las aventuras de Fondo de Bikini (Bikini Bottom para los angloparlantes) se convirtieron en parte esencial de mi existencia.




Me ha sorprendido muchísimo que Cuatro incorporara en su parrilla a la mítica esponja, considerando que recientemente se ha alistado en la gran bolsa de la telerrealidad de Telecinco. Aún así no ha llegado a superar los niveles de audiencia de Clan (7,3% de share, es decir más de un millón de espectadores), y se ha quedado en un 2,2% de share.

Y... como este blog trata sobre arte, también nuestro amigo Bob nos ha deleitado recientemente en Barcelona con una exposición homenaje a algunos pintores excepcionales de la historia: el magnífico Bobiccelli, el inventor y visionario Leonardo Bob Vinci, Vincent Van Bob (sin oreja, aunque esto no lo he llegado a entender: las esponjas no tiene oídos) o Salvabob Dalí. Me parece una apuesta creativa y original que consigue acercar el mundo del arte a los niños (y no tan niños). Esto se puede relacionar con lo que propugnaba Hannah Arendt, partidaria de un arte popular: “la victoria no llega sin que el pueblo no tenga ni arte ni parte”.



Hasta otra!!

¿Aurora dónde?

Mi foto
Aspirante a dependienta culta! Después de terminar Periodismo y Comunicación Audiovisual desearía jubilarme, aunque creo que, no podrá ser posible.